Qasem Soleimani, general jefe de la poderoso fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, la que lleva a cabo las operaciones iraníes en Líbano, Siria, Iraq, Acerbeiyán y Yemen), murió el 3 de enero en Bagdad (Iraq) alcanzado por misiles lanzados por drones norteamericanos. Se encontraba allí para entrevistarse con el presidente iraquí en relación con las negociaciones de distensión que Irán mantenía con Arabia Saudí. La orden se la atribuyó públicamente Donald Trump, quien había pedido al presidente iraquí que mediara con Irán para el buen fin de las conversaciones … y luego asesinó a su invitado.
Tras el confuso e inexplicable derribo por Irán del avión comercial ucraniano PS752, en un entorno de interferencias electromagnéticas que podrían haber sido producidas por enemigos solapados, una veintena de misiles balísticos persas cayeron sobre dos bases aéreas norteamericanas en Iraq, quien continúa prácticamente ocupado por Usa. Aunque en Occidente se ha ocultado, y a pesar de que Irán avisó del ataque a Iraq, es decir, que los yanquis estaban alertados, la precisión de los impactos fue, en general, buena y fuentes abiertas han reconocido la evacuación a Alemania de más de 30 heridos de consideración.
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El descarado e insolente asesinato de estado, pues no cabe otra denominación, pudo haber sido el detonante de la larvada Tercera Guerra Mundial, pero aparentemente así quedó saldado. Al menos hasta que el pasado lunes 23, aunque saltó tímidamente a la prensa el viernes 27, fue derribado un avión militar norteamericano en Afganistán con unas 80 personas a bordo, entre ellas el jefe de la CIA en Oriente Medio, Michael D’Andrea, el mismo que había planeado la muerte de Soleimani. En un primer momento EE.UU. consiguió que el segundo vicepresidente de Afganistán, Sarwar Danish, dijera que “el avión estrellado” era de la compañía estatal afgana Ariana, pero la aerolínea lo ha negado, realzando la excepcionalidad de lo ocurrido. El Northrop Grumman Bombardier E-11 Sentinel era un sofisticado centro de operaciones de inteligencia aerotransportado dotado de numerosos sensores, a pesar de los cuales, y de volar por encima del alcance de los misiles antiaéreos portátiles (MANPADS), fue derribado sin siquiera lanzar una señal de alarma[i]. Es decir, que el derribo fue fruto de una eficacísima labor de inteligencia y medios de guerra hasta ahora insospechados en los talibanes afganos, y eso cinco días antes de firmar el final de la guerra con Usa tras 18 años de conflicto.
Por cierto, el asesinato de Soleimani se parece mucho al del General Ahmed Shah Masud, el carismático jefe de los mujaidines afganos en su lucha con la URSS, producido sólo 2 días antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, los cuales dieron a los yanquis la coartada para comenzar la invasión de aquél país. La desaparición de Masud preludió y facilitó aquella agresión.
¿Se ha completado un ciclo o se ha empezado otro más aterrador? Porque no hay que olvidar que Afganistán comparte una larguísima frontera con Irán y otra mucho menor con China. Y que la gran potencia asiática es el principal socio comercial de Irán y su protector, además de contar con él para el ferrocarril de la “Ruta de la Seda Sur” (“el Canal de Suez” del siglo XXI).
El Coronavirus y China
La excepcionalidad de todo lo asociado con el virus 2019-nCoV está fuera de toda duda. Otra cosa es que las explicaciones tanto de las autoridades chinas como las “occidentales”, incluidas las de los organismos internacionales, no dejen de generarlas. Sea pandemia de origen natural o artificial, sea una manipulación interesada de una enfermedad apenas diferente a otras “gripes”, o seguramente una mezcla de todo lo anterior, el hecho es que estamos frente a un fenómeno de alcance insospechado para un observador ajeno a su posible trama. Bueno, quizás la palabra insospechado no sea la apropiada, porque hay algunas personas que sí acertaron en sus visiones del futuro, como el novelista Dean Koontz, quien en su novela The Eyes of Darkness predijo en 1981 el empleo contra china de un arma biológica denominada Wuhan-400, o el creador de juegos de rol Steve Jackson (Illuminati, the game of conspiracy,1982-90). Todo induce a pensar que alguien más que Jacson leyó la novela y la tomó como modelo y coartada (lo del Coronavirus de Astérix en Italia –2017- es una anécdota). Otra curiosa coincidencia es que, como recuerda el Coronel Pedro Baños, en octubre de 2019 el Foro de Davos realizó en Nueva York un ejercicio contra una epidemia de coronavirus, con la participación del Johns Hopkins Center for Health Security y la Bill & Melinda Gates Foundation[ii]; precisamente solo dos meses antes del estallido de la enfermedad en Wuhan, en el centro de China y en una de sus áreas más industrializadas y punteras en tecnología, justo antes del Año Nuevo chino, el mayor, y prácticamente único, momento de vacaciones y desplazamientos masivos allí.
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📷Imposible llegar a la verdad desde los medios de comunicación y con los pobres conocimientos de un ciudadano de a pie, pero, al menos, se pueden vislumbrar las pautas de por dónde puede ir la realidad, tan distinta, seguro, de la versión oficial de los “media” occidentales monopolizados por la plutocracia. Lo de que el virus fue contagiado en un mercado alimentos exóticos (murciélagos, serpientes, pangolines, etc) ya ha sido rechazado incluso por la mundialista OMS de la ONU (Organización Mundial de Salud, que promueve el aborto como panacea de salud sexual y reproductiva). Pero ahora, tímida y muy minoritariamente, se empiezan a oír versiones menos edulcoradas. Incluso científicos de prestigio internacional se inclinan a pensar que el coronavirus es un producto de bioingeniería; eso sí, los políticamente correctos apoyan la versión de que puede ser una fuga del laboratorio próximo a la ciudad de Wuhan, foco oficial de la infección, y otros, a los cuales rápidamente se tacha de “conspiranóicos” no descartan el que sea un patógeno de laboratorio empleado en una encubierta acción de guerra biológica. En concreto, Francis Boyle[iii], redactor de la ley norteamericana Biological Weapons Anti-Terrorism Act of 1989, ha declarado explícita y públicamente que “el Coronavirus Wuhan 2019-nCoV es un arma de guerra biológica”. Y el franconorteamericano Jeff Brown, activista experto en temas chinos y de armas biológicas, dijo a la web yanqui Veterans Today que está un 80 % convencido de que parece un ataque biológico contra China patrocinado por Estados Unidos[iv].
Por cierto, el laboratorio “WuXI App Tec” de máxima seguridad (nivel BSL-4) del Instituto de Virología de la ciudad de Wuhan, urbe con 12 millones de habitantes, tiene por uno de sus principales accionistas a George Soros, ese “filántropo” que es condimento en todas las salsas y revoluciones mundialistas[v]. Fue puesto en funcionamiento en 2003 tras la epidemia del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo; el 96% de los muertos por SARS eran chinos), convirtiéndose poco después en el preferido de los virólogos de todo el mundo, colaborando con EEUU, Canadá, Francia e Inglaterra.
La primera noticia de un virus tipo “coronavirus” es de 1965. En los años 90 se aisló el patógeno chino QX, el cual fue tomado como base para el coronavirus 2019-nCoV ó Covid-19. En 2015 EEUU otorgó al Instituto de Pirbright (Reino Unido; financiado por Bill Gates) la patente nº 10130701 para un “coronavirus atenuado” y posteriormente la OMS autorizó la transferencia de dicha patente al laboratorio de Wuhan para investigación de fármacos[vi]. De todo ello se puede deducir que no solo los animales y científicos chinos eran infectados o tenían acceso a este patógeno.
China Comunista y Corea del Norte acusaron a Estados Unidos de guerra biológica durante la de Corea. Organismos internacionales pro-Usa lo negaron y los filocomunistas lo “demostraron”, habiendo bastantes razones para creer que la hubo, entre otras la gigantesca campaña de profilaxis que tuvo que realizar China[vii]. Hay también indicios de que China fue atacada con un virus de la gripe porcina africana, pues el patógeno supuestamente saltó del Laboratorio de Bioarmas “Richard” de Georgia a Extremo Oriente, aniquilando el 40 por ciento de la industria porcina más grande del mundo. Y algo similar puede decirse de la gripe aviar. Hay que resaltar que el virus del Ébola está patentado los EE. UU. y el del Zika por la Fundación Rockefeller, lo cual no puede dejar de generar alarma.
📷Ante ese cúmulo de antecedentes, coincidencias y evidencias, China seguramente piensa que está siendo atacada en sus ciudadanos y en su economía (el golpe al Mobile Word Congress barcelonés es apenas una pequeña derivada tendente a minar la superioridad china en redes 5G y teléfonos móviles; otros congresos menos punteros no se han cerrado). Sospechas, en todo caso, que Rusia comparte y que ha aireado denunciando el aumento de las actividades biológicas de Usa, a quien acusó en 2018 de haberla rodeado con laboratorios en países fronterizos. En el pasado otras naciones también han denunciado agresiones encubiertas norteamericanas, la Cuba castrista entre ellas. Y en España tenemos el testimonio de Stanley Lovell, directivo del departamento científico del Servicio Secreto Norteamericano (OSS, antecesor de la CIA), en su libro Of Spies and Strategens, del planeado ataque a nuestro Protectorado Marroquí en caso de oposición a la Operación Thorch, el desembarco aliado en el Norte de África en 1943: aviones sembrarían el Marruecos Español con algo parecido a excrementos de oveja (para que pasaran desapercibidos por los humanos y atrajeran a las moscas) infectados Tularenia y Psitacosis, enfermedades muy virulentas.
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La guerra sucia financiera, comercial, mediática, diplomática y biológico-militar es habitual en la historia. Es lógico pensar, pues, que China y Rusia estén preparando su reacción.
📷Por otra parte, en 2010 la Fundación Rockefeller planteó en un documento un escenario de epidemia de virus en China y el consiguiente estado de sitio similar al actual, seguido de un ejercicio de simulación denominado “Lock Step” (encerrona), lo que nos recuerda la “cuarentena” del citado juego de rol de Steve Jackson. Sin duda estudio y el ejercicio previeron los catastróficos efectos humanitarios y económicos para China y el resto de las naciones, pues solo las mejor dotadas política, económica y tecnológicamente sufrirán menos en las “supuestas pandemias”. Y entre esa preparación está el contar con test de detección y medicamentos, o en el mejor de los casos placebos, que, además, impondrán y venderán al resto. De siempre la polémica industria de las vacunas (la terrorífica “Gripe Española” dicen que a ellas se debe[viii]) ha estado en gran parte en manos de los Rotschild, Rockefeller y grupos similares; por ejemplo: la empresa estadounidense Moderna Inc. que desarrollará la “vacuna” del coronavirus (los virus no tienen medicamento que los anule directamente, solo se puede “incentivar” el sistema inmunológico) está financiada por la polémica Fundación Bill & Melinda Gates.
Además, no olvidemos el papel determinante que tendría una crisis epidémica global manufacturada no tanto por la letalidad del patógeno como por el miedo y restricciones impuestas por los medios de comunicación y gobiernos, unida a la tan cacareada crisis climática, la ocultada financiera, la religiosa galopante y la geopolítica a punto de estallar, para entregar a las masas y las naciones en manos del Gobierno Mundial tan anunciado y añorado por la plutocracia y las élites del NOM (Nuevo Orden Mundial).
📷¿Y qué más?
Entre tanto, el ritmo acelerado que presenta la tenebrosa política nacional (separatismos) e internacional, especialmente tras la “primaveras árabes” y las “revoluciones de colores”, no baja sino que se acelera. Si la presión a China y a Irán es clara, no lo es menos la que soporta la sorprendentemente victoriosa Siria, gracias, eso sí, a Rusia. En los últimos días Turquía ha vuelto al descarado desprecio del derecho internacional, invadiendo más territorio sirio e incluso colaborando descaradamente en las operaciones de los “rebeldes”, es decir, los restos del supuesto estado islámico. Y no solo ataca al Ejército Sirio sino que amenaza al ruso, reclama el apoyo de la OTAN (y ahí están nuestros misiles Patriot en primera línea, en lugar de en nuestras amenazadas Península y Archipiélagos, expoliadas por las anexiones marroquíes y argelinas de aguas internacionales y españolas) y, a la vez, agrede a Europa con sus oleadas de “migrantes” empezando por su vecina y secular enemiga Grecia.
Desde luego, si no estamos en vísperas de la tormenta perfecta se le parece mucho.