LA CIA CONTROLA EL MOVIMIENTO SINDICAL INTERNACIONAL: TRABAJADORES DEL MUNDO HUNDÍOS.
Dice Beth Sims, en un interesante artículo publicado en 1992 en Sound End Press, a propósito del manejo sindical que ha hecho y hace en el mundo la mafia sindical norteamericana AFL-CIO, que dicho sindicato, en el período inmediatamente posterior a la segunda guerra mundial “se centró especialmente en la consolidación de las fuerzas sindicales anticomunistas en Europa y en el trabajo con otros organismos internacionales y regionales como la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (y su sucesora CSI). El Free Trade Union Institute (FTUI), creado por la AFL-CIO en 1977, actúa como el instituto regional europeo de la federación laboral. Cuando las dictaduras militares cayeron en España y Portugal a mediados de la década de 1970, la AFL-CIO se encontró sin un aparato efectivo para contrarrestar los fuertes movimientos sindicales socialistas en los dos países. Al reconocer la necesidad de un instituto que pueda concentrarse en los asuntos europeos, la federación revitalizó su brazo europeo. Como resultado, FTUI se estableció para ayudar a prevenir los éxitos electorales comunistas en España y Portugal, así como para aumentar la influencia de los EEUU en sindicatos europeos en general”.
Crear agentes subversivos en sindicatos, con objeto de derribar gobiernos, fue otra faceta del FTUI. En Polonia, por ejemplo, dice Sims, el instituto no solo ayudó a Solidaridad en su batalla por organizar un sindicato independiente. Las donaciones de FTUI también reforzaron aquellos elementos dentro del sindicato polaco que estaban más dedicados a erradicar la influencia comunista en el país y que eran más susceptibles a las estrategias económicas y políticas conservadoras. Al ayudar a mantener encendidos los fuegos de la protesta en Polonia, la FTUI de los Estados Unidos también ayudó a derrocar al gobierno comunista.
La vasta industria sindical orquestada por el gran capital, al igual que sucede con las ONGs de la CIA y sus Fundaciones billonarias, tenían que extender necesariamente sus tentáculos por todo el mundo. Sims señala que “Como organización coordinadora de las subvenciones laborales de la estadounidense NED, Fundación Nacional para la Democracia, FTUI ha servido como un conducto para el financiamiento de la NED para proyectos en países que van desde Jordania a Nueva Zelanda y desde Francia a Brasil. Sus subvenciones apoyan intercambios sindicales, educación cívica, construcción de sindicatos, capacitación en liderazgo, conferencias, seminarios y producción de publicaciones sindicales. También ha ayudado a los exiliados sindicales y a sus familias y ha proporcionado servicios sociales para sindicalistas en puntos geopolíticos como Polonia.”
El Instituto Americano para el Desarrollo del Trabajo Libre (AIFLD), fundado en 1962, es el brazo internacional de la AFL-CIO en el hemisferio occidental y fue el primero de los cuatro institutos regionales que se establecerían paulatinamente. Descrito por el ex oficial de la CIA Philip Agee como un “centro de trabajo controlado por la CIA financiado a través de AID”. Sims señala que el AIFLD se inspira en los principios del sindicalismo “libre” (es decir, conservador, pro empresarial y anticomunista). La participación de AIFLD en operaciones encubiertas del gobierno de los EEUU es bien conocida. AIFLD y sus aliados latinoamericanos participaron en desestabilizaciones respaldadas por la CIA de gobiernos elegidos democráticamente en varios países, incluidos República Dominicana, Chile y Guyana.
En Inglaterra, por ejemplo, líderes sindicales colaboraron con la Agencia Cooperativa Económica, un frente de la CIA, trabajando a través de ‘Oficiales de Información Laboral’ en la Embajada de los Estados Unidos. Las organizaciones secretas anticomunistas operaban en varios sindicatos británicos. El más significativo fue el ‘club’ de AEU (Sindicato de Ingenería Combinada), algunos de cuyos miembros anticomunistas estuvieron posicionados al más alto nivel, en la misma cúspide sindical, como fueron el secretario general Cecil Hallett y al presidente Bill Carron, a mediados de los años 50.
Cientos de dirigentes y cargos sindicales británicos hicieron viajes a Estados Unidos y les ofrecieron cursos de capacitación en la ultraconservadora Harvard Business School en virtud de programas financiados por la CIA. Tom Williamson, secretario general del GMWU (Sindicato General de Trabajadores Municipales) en ese momento, fue uno de los principales defensores del programa. Más tarde se convirtió en un participante fundador del foro de la clase dominante internacional, el Grupo Bilderberg. Williamson fue nombrado comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE) en 1950 y caballero (Sir) en 1956
El que quiera indagar sobre la inabarcable red mundial de delincuencia sindical que ha tejido EEUU en el mundo (incluyendo África y Asia) puede seguir leyendo el interesantísimo artículo de Beth Sims.
Otro artículo esclarecedor, de reciente aparición, es el del sindicalista noruego Olav Boyetitulado Cómo la CIA se infiltra en los sindicatos que pone de relieve la misma evidencia anterior, es decir, que siguen estando vigentes las viejas tácticas de la Agencia americana, tanto para neutralizar el comunismo en los sindicatos como, especialmente, para proteger los intereses corporativos de las élites financieras y empresariales globalistas, mediante la compra y adiestramiento de “cuadros sindicales”. A este respecto, Boye dice que “la CIA está muy involucrada en el mundo laboral, donde su objetivo es sabotear sindicatos y obstaculizar su lucha contra la globalización y los abusos de las corporaciones multinacionales y financieras mundiales”.
Boye pone el ejemplo de su intervención durante una conferencia que dio en Macedonia. “Mi experiencia en Macedonia la tuve con un intérprete agresivo que malinterpretó y constantemente interrumpió mi conferencia ante una asamblea del Sindicato de Trabajadores Culturales. Mi conferencia fue una exposición sobre el liberalismo de mercado en la Unión Europea y la globalización, en donde expuse que esto perjudicaba enormemente la lucha del movimiento sindical por los derechos políticos y profesionales. El intérprete, que fue empleado por el Centro de Solidaridad en Skopje, una sucursal de la AFL-CIO, afirmó que las personas como yo eran comunistas y estaban destruyendo el movimiento obrero”.
Precisamente, una de las plataformas involucionistas que utiliza la CIA, la antes mencionada NED, dice Boye que es la herramienta preferida para manejar los hilos del sindicalismo internacional. Él experimentó las maniobras injerencistas de la NED cuando, según sus palabras, “A través de mi trabajo con el movimiento laboral internacional, en varias ocasiones se han acercado personas que directa o indirectamente intentaron reclutarme para sus actividades de sabotaje. Me refiero a agentes de la CIA que había entre los líderes sindicales de la CSI (Confederación Internacional de Sindicatos, auspiciada por la CIA y a la que pertenecen los españoles UGT, CCOO, ELA-STV y USO) con sede en Bruselas y los alemanes de la Fundación Friedrich Ebert (FES), que sabemos fue, y posiblemente aún lo es, financiada por la CIA. Recordemos que la Fundación Friedrich Ebert es una de las que proporcionan, entre decenas de tinglados-ONGs, ayuda económica al feminista Lobby Europeo de Mujeres, apoyado en España por, entre otras, la Plataforma Andaluza de mujeres de apoyo dicho lobby.
Boye, veterano sindicalista curtido en mil batallas, describe la experiencia que tuvo en el lejano Portugal de la fallida Revolución de los “claveles” de la siguiente manera: “Después de la llamada Revolución de los claveles en Portugal, a mediados de la década de 1970, cuando oficiales de izquierda tomaron el poder para deponer al gobierno fascista de Salazar, fui contratado por la Asociación Educativa de Trabajadores AOF para dirigir seminarios en cooperación con los sindicatos portugueses. Viví en Portugal durante varios meses, organizando seminarios y reuniones, y luego seleccionamos conjuntamente personas para continuar la educación en la propia escuela de la Confederación Noruega de Sindicatos en Sørmarka. Durante un seminario en Oporto, noté que había dos tipos sentados en el fondo de la sala. No eran participantes, y durante el descanso les pregunté quiénes eran. Dicen que representaban a la Fundación Alemana Friedrich Ebert (FES) y tenían la misma misión, al igual que yo, de formar cuadros sindicales”.
“Cuando llegué a Lisboa unos días después, un representante de la embajada de Noruega me llamó y me informó de que me habían despedido de la misión y me enviaban de vuelta a casa. Más tarde llegué a saber por qué. Durante la reunión en Porto, un trabajador de la construcción me preguntó si deberían organizar un movimiento sindical amplio para todos los grupos políticos, similar a los países nórdicos, o si deberían tener una división ideológica como en España, donde socialistas, comunistas y católicos (USO) cada uno tenía su propio sindicato. Mi respuesta fue que era preferible organizar un movimiento sindical amplio. A los “chicos” de la Fundación Friedrich Ebert no les gustó escuchar esto, ya que su misión en Portugal era para luchar contra comunistas y socialistas radicales.”
Otra de las experiencias de Boye fue en “el día después” de la matanza perpetrada por la OTAN y la CIA en los Balcanes, la antigua Yugoslavia, donde le enviaron a formar cuadros sindicales como representante de la Unión Nórdica de Artes Gráficas, en concreto a Bosnia. Señala Boye que allí El representante de la Friedrich Ebert en Sarajevo, que estaba bajo el mando de Rudy Porter (un agente de la CIA que supuestamente representaba a los sindicatos estadounidenses en el cuartel general de CES, Confederación Europea de Sindicatos, en Bruselas), fue muy crítico con mi actitud negativa hacia la globalización y el liberalismo de mercado de la UE, que discutí libremente con mis colegas bosnios. Afirmó que estaba totalmente equivocado y quería que me uniera a su equipo, para evitar que comunistas y socialistas obtuvieran ningún poder en el movimiento obrero en la ex Yugoslavia.
Boye, como sindicalista honrado que es, rechazó las condiciones que le ofrecieron (trabajar para la CIA) en la antigua Yugoslavia. Es decir, crear sindicatos favorables a las tesis de Washington y sus corporaciones mafiosas. No cabe duda en afirmar, como señala Boye, de que“El movimiento sindical es un objetivo importante para la CIA y sus amos políticos. No puede haber ninguna duda de que la CIA trabaja sistemáticamente para subvertir los sindicatos y los partidos políticos de la izquierda, como podría documentar más gente que yo. Han tenido éxito en gran medida: a nivel mundial, en Europa y en Noruega.”
La experiencia de Boye se puede aplicar, perfectamente, y al pie de la letra, al sindicalismo español pero desde la otra vertiente opuesta: la de ser unos sindicatos amanuenses con el orden capitalista internacional de EEUU. Sindicatos, los españoles, que han desviado su tradicional discurso “obrerista”, ya irreconocible (en particular, CCOO), en aras de promover y galvanizar otros referentes de la progresía actual que están en sintonía con las demandas del Nuevo Orden neoliberal y de personajes como George Soros, como son el multiculturalismo, las ONGs, la inmigración masiva y el neofascifeminismo subvencionado, utilizando a todos ellos como polos de disgregación masiva. El trabajador y la lucha de clases han quedado, en manos de esos sindicatos, relegados a mercancía reutilizable por el capital.
A nivel internacional, ya se ha comentado, sindicatos como UGT, CCOO, ELA-STV y el derechista-católico USO, están integrados en la Confederación Europea de Sindicatos, marioneta laboral de la CIA (donde a su vez están integrados sindicatos tan de “clase” como los policiales) y en la CSI, Confederación Sindical Internacional (antes CIOSL, o Confederación Internacional de sindicatos “libres”). La CSI es, en este sentido, una de las organizaciones de referencia sindical para la NED, la ONG financista-tapadera de la CIA. La CSI agrupa a un total de 331 organizaciones del sindicalismo anticomunista de todo el mundo, incluidas la CGT francesa o el CGIL italiano. Y a través de la NED, actúa el llamado Solidarity Center de la mafia sindical americana AFL-CIO, el ACILS, también rama sindical de la NED, su principal canal de distribución de fondos sindicales (más de la mitad de las donaciones de la NED).
La historia del europeo CES (Confederación Europea de Sindicatos) comenzó con el deseo de contrarrestar a la obrera e izquierdista FSM (Federación Sindical Mundial), una vez finalizada la II Guerra Mundial. Para la CES, los trabajadores no tienen que plantearse la cuestión del cambio de sociedad sino organizar el cabildeo más efectivo posible con el capital mientras todas las riendas se dejan a los grandes jefes capitalistas. Lo explican cristalinamente aquí:
“Esta doctrina, una inteligente mezcla de reformismo, socialcristianismo y sindicalismo amarillo, ha vaciado toda noción de lucha, donde la combatividad es organizar eventos una o dos veces al año. La CES nunca ha dejado de apoyar las medidas más antisociales y antidemocráticas impulsadas por una UE al servicio de los grandes grupos capitalistas: ataques permanentes contra los servicios públicos y por la “liberalización” de todos sectores comerciales, desde el transporte a la energía, la salud y la educación; ataques contra las pensiones, la seguridad social y los sistemas de solidaridad, promoción de los sistemas de seguros privados; ataques contra la soberanía del pueblo mediante el establecimiento de instituciones supranacionales al abrigo de los pueblos (Banco Central Europeo, “independiente” de los pueblos pero directamente conectado con las grandes compañías financieras, Comisión de Bruselas y toda su administración, Tribunal de Justicia de La Haya … el Parlamento Europeo elegido con solo una fachada democrática)”
¿Dónde han estado los sindicatos “libres” ante la sangría perpetrada en los últimos años con los rescates bancarios y las brutales medidas antisociales ejecutadas desde EEUU y Europa? Entre bastidores resguardados al abrigo de las oligarquías financistas que les sponsorizan. No son sindicatos “libres” (propaganda de la CIA) sino vasallos, mercenarios y asalariados anticomunistas de sus amos capitalistas, cómplices de todas las medidas regresivas contra los trabajadores. Como dicen en la página de referencia: Desde el comienzo de la crisis económica, la CES pidió por primera vez “salvar el capitalismo por sí mismo” y luego fingió decir que elevar el nivel de las medidas de austeridad podría “romper el crecimiento”.
Uno de los “grandes logros” sindicales de la Confederación Europea de Sindicatos de tiempos recientes, aparte de servir de palanganera en las últimas décadas de las políticas de desfalco social de la UE es….haber tenido una “reunión” con el Vaticano. En palabras de los agentes sindicales de la CIA: La CES acoge con satisfacción la reunión sindical en Ciudad del Vaticano. El Secretario General de la CES acogió con satisfacción la oportunidad de debate entre los sindicatos de todo el mundo con la Iglesia Católica sobre el trabajo y el desarrollo humano y el papel de los sindicatos en un mundo cambiante. Los puntos, resumidos, a tratar fueron bolchevismo en estado puro. Cito del engendro: Conseguir una economía global profundamente cambiante para avanzar hacia una política macroeconómica diferente; promover una transición justa para garantizar que ningún trabajador quede rezagado como resultado de los cambios causados por la globalización; un nuevo enfoque de la migración con el objetivo de salvar vidas, dar la bienvenida y reubicar a las personas necesitadas, integrándolas en la sociedad y el mercado laboral.
En fin, todo un gran aparataje terminológico sacado de las cloacas del neoliberalismo acorde con lo que esperan sus jefes de Washington y Bruselas, todo ello para reforzar lazos de los sindicalistas progres con el reaccionarismo clerical. Retornando a las cavernas y apuntando a viejas alianzas entre “sindicatos” (Solidaridad) y curia romana.
El papelón de la UGT (conocida desde hace tiempo como Unión General de Timadores) es bien conocido como organización que ha sido financiada y apoyada por la CIA a través de Fundaciones como la NED y la alemana Friedrich Ebert Stiftung (la otra recámara de la CIA). Leyendo a uno de sus mamporreros sindicales en un artículo publicado en Navarra-UGT, de hace un par de años, titulado Sindicalismo internacional y diálogo social, define bien a las claras qué clase de pelele y mercenario es el sindicato del otrora “ilustre” Pablo Iglesias (el sindicalista histórico, no el podemita). Su discurso, anticomunista, sirve perfectamente para lo que desean escuchar los explotadores y sus paladines políticos de la CIA. Decía el tal Martin Zabalza, su autor: Los totalitarismos ultranacionalistas y comunistas destrozan, en la primera mitad del siglo XX, las históricas organizaciones de los trabajadores. Los sindicatos de orientación socialista, nacidos en el siglo XIX, se reorganizan tras la II Guerra Mundial en los países libres, reivindican los valores de la Segunda Internacional y se modernizan.
CCOO, DEL COMUNISMO ANTIFRANQUISTA A ACTUAR DE BRAZO ARMADO REPRESOR DEL CAPITALISMO FINANCISTA ESTADOUNIDENSE Y EUROPEO
UGT es una carga de profundidad capitalista conocida…pero…y la históricamente comunista CCOO que actuó más combativamente durante la “transición” española ¿ha seguido la senda reaccionaria de su hermana sindical UGT? Totalmente. No sólo ya por su afiliación a las confederaciones sindicales de la CIA antes mencionadas, el europeo CES y el internacional CSI, sino porque en materia de cooperación internacional CCOO también actúa en estrecha colaboración con el AFL-CIO, asistiendo CCOO a sus Congresos en EEUU. El sindicalismo comunista del luchador antifranquista Marcelino Camacho, que era objetivo a derribar por EEUU en la transición, es ya una vieja figura icónica perteneciente a un lejano pasado. Se podría decir que secretarios generales como el luego diputado del PSOE, Antonio Gutiérrez y, sobre todo, el agente derechista José María Fidalgo pusieron el sindicato CCOO, definitivamente, a las órdenes completas del neoliberalismo. La agenda de CCOO ha sido copiosa para satisfacer las demandas del capital monopolista. Pero los nexos de CCOO con el imperialismo sindical de EEUU tienen aún tintes más siniestros. Veamos.
En materia internacional CCOO se ha involucrado en una aventura imperialista: la de formar sindicalistas pro-capitalistas en países altamente subdesarrollados como Haití (el más pobre del mundo junto a Bangladesh), a través de proyectos como la denominada Hoja de ruta sindical para la reconstrucción y el desarrollo de Haití (2010). Un país, Haití, devastado por catástrofes naturales, que está en manos de los delincuentes Cascos Azules y bajo el control militar de EEUU. CCOO ha puesto de su parte para hacer la contrarrevolución sindical anticomunista de la mano del sindicalismo fascista norteamericano bajo el monitoreo de Washington.
Las demandas que hace en el documento CCOO sobre que “Haití es un país libre y soberano y deberá establecerse un calendario de retirada progresiva de las fuerzas militares internacionales, en el marco de un acuerdo negociado con la ONU y con los países involucrados”, no es nada más que un lavado de imagen cara a la galería, donde una vaguedad bien calculada al gusto de Washington, como es la “retirada de fuerzas militares internacionales”, encubre al verdadero país ocupante (EEUU). Ya ni hablar del carácter imperialista de la ocupación. En la lista de sindicatos pro-capitalistas internacionales que están modelando el fascismo sindical en Haití, CCOO cita al nefasto Solidarity Center, una de las ramas injerencistas de la AFL-CIO de EE.UU.
Los Centros de Solidaridad (Solidarity Center) “sindicales”, de los que ya se habló antes como correa de transmisión de la “ONG” NED-CIA, se encargan de buscar la confianza de sindicatos o trabajadores de otros países mediante una amplia red de sobornos que incluyen subvenciones económicas y aportación de material (suministro gratuito, entre otros, de equipos informáticos), además de socavar cualquier principio de democracia obrerista y derechos laborales a nivel internacional.
Pero lo de CCOO en Haití alcanza a una verdadera complicidad con el gangsterismo sindical americano. En su momento se denunció que las organizaciones más prominentes del sindicalismo internacional (CSI, AFL-CIO, OIT, etc) habían trabajado para apoyar y fortalecer a las organizaciones laborales golpistas que habían agitado la violencia en Haití para el derrocamiento del presidente progresista Jean Bertrand Aristide (2001-2004). Una vez fuera del poder Aristide, estas organizaciones sindicales haitianas se negaron a condenar los despidos, la persecución, encarcelamientos, amenazas de muerte y ataques contra los trabajadores que impuso, al compás de Washington, el dictador elegido por EEUU (Gerald Latortue).
Las instituciones sindicales internacionales con las que colabora CCOO optaron entonces por cooperar con grupos “laborales” violentos, agitados por EEUU, que habían promovido el derrocamiento de Aristide, tales como la CSH (Coordination Syndicale Haitienne) o Batay Ouvriye. El Centro de Solidaridad sindical para Haití, una vez fuera de la circulación Aristide, recibió inmediatamente fondos del Departamento de Estado de EEUU en 2006, vía la ONG de la CIA, NED, por valor de 449.956 dólares para trabajar con las organizaciones sindicales haitianas antes mencionadas. Los dos “sindicatos” reseňados (CSH y Batay Ouvriye) son colaboradores en la Hoja de Ruta de CCOO en su “aventura” por la “reconstrucción” sindical de Haití (también consta la ONG de Comisiones, Paz y Solidaridad y el otro sindicato capitalista español, UGT). En definitiva, CCOO ha estado proporcionando cobertura a la represión fascista estadounidense contra los trabajadores de Haití.
CCOO, por otra parte, es también una pieza sindical bajo la tutela de la omnipresente Fundación Friedrich Ebert (FFE), vinculada a la “socialdemocracia” europea, la CIA y la OTAN. El sindicato CCOO, abandonado hace tiempo el comunismo, se integró rápidamente en el entramado neoliberal-capitalista para mantener el chollo corporativo-sindical en pie. Así que los lazos de CCOO con la fundación alemana de la OTAN se han materializado mediante la asistencia a “encuentros” en Alemania con responsables de la Friedrich Ebert, así como de otra Fundación similar (Hans Böckler), para seguir llevando al redil del gran capitalismo a los trabajadores y desactivar toda crítica al monetarismo europeo y americano debatiendo asuntos de “gran” importancia para el trabajador como “la digitalización de los mercados laborales o el intercambio de experiencias relevantes entre sindicatos”.
De ahí que la hermana “fundacional” injerencista de la CIA, Friedrich Ebert Stiftung, considere a CCOO una de sus “contrapartes”. ¿Qué es una contraparte? Veamos. Contraparte, en términos estrictamente económicos, designa a la parte contraria en una operación de compraventa de divisas. Si somos los compradores, la contraparte es el vendedor, y si vendemos, habrá una contraparte que compra. Un inversor desarrollará sus movimientos siempre en ambas facetas, es decir, comprará y venderá, teniendo en cada momento sus contrapartes vendedoras y compradores. A su vez, para esa otra parte, nosotros representamos la contraparte en la operación.
En definitiva, CCOO es un asociado sindical-monetario de la Friedrich Ebert en la que ambos ofrecen contrapartidas mutuas, al igual (se cita en la página de la Fundación alemana) que lo son organizaciones sindicales como UGT o Fundaciones asociadas a los sindicatos mencionados como la Largo Caballero o la 1º de Mayo (CCOO). Pero no sólo de sindicatos vive la Friedrich Ebert sino que esta Fundación también considera contraparte a “think-tanks” ultraconservadores como el Real Instituto Elcano, una conocida arma de guerra propagandística que sirve a las políticas imperialistas de EEUU e Israel, con la que valida académicamente, entre otras, la falsa “lucha contra el terrorismo internacional” de Washington y la OTAN, fabricando narrativas falsas en torno a la “yihad” que den soporte a la geopolítica occidental.
Pero aún hay más en el redil de este simulacro sindical de “desclasados” llamado CCOO y la gigantesca red de financiación imperialista que le da cobertura, a él y a sus ONGs. Donacionesfinanciadas por Friedrich Ebert alcanzan a la ONG de CCOO Paz y Solidaridad, como señalan en sus memorias del año 2016, donde se especifica que “se ha mantenido el intercambio institucional con distintas fundaciones e institutos de investigación europeos como el Friedrich Ebert Stiftung”.
Las conferencias y eventos patrocinados por la Friedrich Ebert con la asistencia de sus marionetas progres (y menos progres) es otro de los instrumentos de control sobre el sindicalismo anti-obrero y anticomunista. Por ejemplo, la Fundación Friedrich Ebert ha patrocinado la Presentación del VI Informe Independiente sobre el Estudio Prospectivo Anual de Crecimiento celebrado el día 2 de febrero de este año en la sede de CCOO Madrid, con las fundaciones 1º de Mayo, Largo Caballero y la Friedrich Ebert de ponentes. También organizó un ciclo de conferencias (lógicamente, con el consiguiente aporte dinerario a sus ponentes) en octubre de 2015 para tratar sobre “Crisis y desigualdad, alternativas sindicales” (un discurso vacío sobre dos términos que a fuerza de repetirlos, crisis y desigualdad, sirven de gancho-engaño al ciudadano medio y afianzan el sistema de desigualdad imperante).
Este último evento contó con la participación de CCOO y ponentes como su entonces secretario general Fernández Toxo y una moderadora del mismo sindicato (la Secretaria de Igualdad, Ana Herranz). Por supuesto, no faltaron miembros de la propia Friedrich Ebert como conferenciantes y tampoco de la supersubvencionada ONG del clero católico Cáritas (tapadera de caridad social de la secta para el sostenimiento del capitalismo) o una moderadora del diario progre-hembrista de Escolar-Soros (Diario.es), Ana Requena, coordinadora de la industria de “género” en dicho medio con la sección “micromachismos” (sic). Otros invitados a las ponencias fueron el progre-“comunista” José Antonio García Rubio, Secretario de Empleo de Izquierda Unida, políticos del PP y Psoe, el inevitable podemita de turno Iñigo Errejón o ex “comunistas” del PCE y CCOO como Nicolás Sartorius, de la Fundación Alternativas (otra pieza neoliberal tutelada por la Friedrich Ebert).
Todos estos congresos, francachelas, mamandurrias y agendas “sindicalistas” forman parte del operativo de la Fundación alemana Friedrich Ebert para tener bien ligado a todo el espectro político-sindical español en torno al imperialismo económico de EEUU y Bruselas. La burocratización e inmersión del sindicalismo español en las etructuras del capital neoliberal es algo que ya no puede discutirse hoy en día
Finalmente, para terminar, no podía faltar en el lote del sindicalismo español de CCOO uno de sus caballos de batalla: la agenda feminista postmoderna como parte del “activismo” de las Fundaciones de la CIA y todo su arsenal de equipamiento terminológico neoliberal-progre (brecha salarial, “techo de cristal”, liderazgo, empoderamiento, sororidad, violencia de género). Así, podemos leer en la página Tribuna Feminista que La Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras participó en el curso de formación del European Trade Union Institute (ETUI) titulado Formación y capacitación para el liderazgo de las mujeres sindicalistas, que se está desarrollando en Madrid, forma parte del Plan de Acción de formación para el liderazgo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), y lo coorganiza CCOO. El ETUI (sucesor de la saboteadora golpista FETUI) es otra sucursal colaborativa de la Fundación otanista Friedrich Ebert, al igual que la CES es el frente laboral de la tapadera de la CIA, la NED.
El sindicalismo español e internacional agrupado en torno a las siglas “sindicales” creadas por la CIA (la CES o la CIS) se ha convertido en un pastiche subalterno de las corporaciones financistas del capitalismo de Washington y Bruselas. Por eso, me sigue haciendo gracia que los más ultramontanos del neoliberalismo pinochetista, los ardientes seguidores de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, sigan atizando a los sindicatos señalándoles como unos “bon vivant” subvencionados vía Presupuestos estatales (que es absolutamente cierto, pero viven bien del capitalismo que los propios neoconservadores “antisindicales” promueven para asegurarse la “paz social”), ladran cuando esos sindicatos neoburgueses alzan levemente la voz para reclamar derechos laborales básicos o cuando convocan huelgas (pactadas) que ponen nerviosos a los fans del despido libre y sin indemnización.
Fuente: Berlín Confidencial