Manuel Valls, exministro del Interior de Francia, exprimer ministro y actual candidato de Ciudadanos al Ayuntamiento de Barcelona, fue el Gran Oriente de la masonería francesa entre los años 1989 y 2005, según publicó la revista L’Express en un reportaje de portada titulado “Manuel Valls, histoire de un franc-mason“. La militancia masónica de Valls también fue reportada por Le Figaro en un reportaje sobre el control masónico de la izquierda y del Gobierno socialista en el año 2012, en el que se indica que Vallssiempre ha reconocido esa militancia y nunca la ha ocultado.
https://blogs.lexpress.fr/lumiere-franc-macon/2015/05/19/manuel-valls-histoire-dun-franc-macon/
Según el reportaje de investigación de L’Express, Valls entró a militar en la masonería, a comienzos de los años ochenta, bajo la influencia de su madre, y dentro de la Logia Desio, bajo el lema “ni maestros ni dioses“; logia que la revista francesa describe como una agrupación de “alborotadores, rebeldes, libertarios, anarquistas, socialistas o, comunistas”. Es decir, una Logia de izquierdas o especializada en izquierdistas. En 1995, Valls cambió de Logia. Y apareció en la vida pública como un “socialista ambicioso” de la mano de Michel Rocard, en el ala derecha del PSF.
http://www.lefigaro.fr/actualite-france/2012/12/07/01016-20121207ARTFIG00492-le-nouveau-pouvoir-des-francs-macons.php
Valls entró en la masonería de la mano de Jean-Pierre Antebi, Gran Secretario de Asuntos Exteriores de la Orden de DIOSF, y del “hermano” Yves Colmou, que luego sería uno de los más estrechos colaboradores de Valls en la etapa como ministro del Interior. Aunque uno de los masones más cercanos a Valls fue Alain Bauer. Según reseñó Le Figaro: “Manuel Valls, apoyado por su asesor Yves Colmou, otro iniciado en el GO, puede contar con su fondo masónico para fortalecer su base. “No lo necesita para establecer su autoridad política”, dice uno de sus asesores. Pero uno de sus mejores amigos, a quien una vez conoció entre los jóvenes rococanos, sigue siendo Alain Bauer, de quien continúa extrayendo algunos consejos regularmente”.
El acceso al Gobierno de Manuel Valls se formalizó dentro de un desembarco de la masonería en el ejecutivo y a través del control del PSF por el Gran Oriente. Hasta un total de 6 ministros (30 parlamentarios en la Asamblea Nacional) en el gabinete al que accedió Valls como ministro de Interior, eran de obediencia masónica. Ocuparon todas las carteras fundamentales, tanto Interior como Defensa, como Educación Nacional donde pusieron a Vincent Peillon, “un albañil sin delantal“. El objetivo era difundir la “moral secular” y “reconstruir la escuela de la República”, según los criterios laicistas masónicos, porque “la escuela debe superar la crisis del futuro y la identidad nacional”. Es decir, conformar la identidad francesa según los criterios de los ideales masónicos.
Citando fuentes anónimas, Le Figaro señala que Valls luego “abandonó la masonería por falta de tiempo e interés”, algo que no está corroborado.
La cuestión es por qué la masonería tiene tanto interés en situar un peón de tanto nivel, un ex Gran Oriente, en Barcelona, para estar informada y participar en el actual conflicto catalán y por qué Ciudadanos ha optado por este fichaje, para el que ni tan siquiera se han celebrado primarias.
Fuente: Rambla Libre