“Ustedes no son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son”. "Nuestra civilización está siendo sacrificada para que unos pocos tengan la oportunidad de seguir haciendo grandes cantidades de dinero” "Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, sin embargo, les están robando su futuro ante sus propios ojos”. Esas duras y directas palabras son parte del discurso de tres minutos que una joven sueca de 15 años, Greta Thunberg, hizo explotar en las narices de los participantes de 200 países presentes en la cumbre del clima de la ONU 2018 celebrada en Katowice (Polonia).
Este mensaje se convirtió en la noticia y el momento más relevante y viral de la cumbre. Las duras palabras de la adolescente sueca se han convertido en una referencia para las nuevas generaciones en la lucha contra el cambio climático. Thunberg cada viernes desde hace más de seis meses, se sienta frente el parlamento de su país, con su mochila y una pancarta con el mensaje "huelga escolar por el cambio climático”.
Viendo la respuesta que ya está teniendo en algunos países europeos o en Australia, podemos afirmar que la acción de Greta Thunberg que ha prendido en los chicos y chicas de su generación y que es probable que no tardamos en asistir a movilizaciones tan globales como las vividas en los últimos años en torno a lucha por los derechos de la mujer impulsados por el movimiento feminista entorno al 8 de Marzo.
Unos primeros ejemplos de esta movilización global son las importantes manifestaciones de escolares en Berlin, Amsterdam, Viena o la movilización que, cada jueves desde hace cuatro semanas, miles de escolares venidos en tren desde toda Bélgica, se manifiestan ante el Parlamento Europeo. Según los datos de la policía, primero fueron 1.000, el segundo jueves 3.000, el siguiente 13.000, y el pasado jueves 35.000.
Lo más sorprendente de este movimiento de los jueves por el cambio climático es que está impulsado por la iniciativa individual de otra joven estudiante belga, Anuna de Wever, de 17 años. Motivada por el mensaje de Greta Thunbergque, decidió grabar un vídeo llamando a los chicos y chicas de su generación a la huelga escolar por el clima, y se hizo viral en las redes sociales.
Las consecuencias de este movimiento están por ver, pero sabemos del evidente desconcierto y la sorpresa de los dirigentes políticos, económicos y sociales ante este estallido de descontento generacional de dimensiones hoy imprevisibles. Una primera reacción es el anuncio del gobierno belga de su intención de incluir con más fuerza este tema en su agenda de prioridades políticas y una primera autocrítica, reconociendo que quizás hasta ahora no hayan hecho lo suficiente.
Europa entera está bastante sorprendida de que hayan sido los más jóvenes quienes hayan tomado las riendas de esta lucha ecologista. Estamos frente un movimiento con movilizaciones muy específicas e impulsadas por la generación “Centennials” que en algunos países, donde la realidad del empleo, en particular el empleo juvenil, está en mejores condiciones que en el nuestro, su principal preocupación, incluso por delante del acceso al empleo y a la calidad del sistema educativo, es el medio ambiente.
Un movimiento que expresa con claridad las decepciones compartidas por estas chicas y chicos en una interesante reflexión escrita de Eduardo Madina que leí hace un par de años, donde citaba al novelista y periodista austríaco, Josep Roth (1989-1939). Venía a decir que la verdadera patria es la generación en la que vives. Que ninguna patria política da a sus hijos tantos rasgos comunes como una época a los suyos. Una idea que abre una interesante reflexión en unos tiempos donde tantos sectores apelan constante y exageradamente a las patrias y las banderas, cuando se defienden identidades comunes construidas por el solo hecho de haber nacido o vivir en un lugar determinado.
Esperemos que más allá de las fronteras y las banderas, la patria común de las nuevas generaciones sea la misma que la de estas mujeres de 16 a 18 años, Anuna de Wever, Kyra Gantois, Adelaide Charlier, Greta Tunberg, etc., que a su manera están removiendo y revolucionado la sociedad.
Fuente: Nueva Tribuna