Ante un régimen teñido de hipocresía y maldad, nos toca hablar de nuevo sobre la cuestión de Gibraltar, y para evitar que inocentes e incautos se atraganten con los cuentos de las mil y una noches que nos ofrece a telediario el régimen del 78, y muy en particular, nuestro actual dictador Don Pedro Sánchez "Por Decreto" Castejón, debo decirles que la cuestión entorno a Gibraltar supura durante los últimos 300 años de su historia que no es la nuestra; y que durante todo este tiempo, nada ni nadie, ni monarquías, ni repúblicas, ni camisas pardas ni la internacional han podido meter mano en el asunto, no han podido... ni podrán; y no podrán porque la cuestión entorno a Gibraltar pide por una lado la fuerza de una Nación Libre y Soberana, además del empuje de un pueblo determinado por la patria, o un ejercito en condiciones; y los Españoles, del Siglo de Oro hasta nuestros días... no atesoramos ni lo uno ni lo otro, por lo tanto... "nos faltan cojones". (Si me permiten la licencia).
Gibraltar es una cuestión que tan solo puede ser resuelta entorno a un conflicto armado o un milagro, como los milagros han pasado a mayor gloria y nuestra capacidades mermadas duermen en los almanaques de la historia, señorías, de Gibraltar nos vamos olvidando; y nos olvidamos principalmente porque lejos de ser un enclave estratégico que interesó y mucho al viejo y extinguido Imperio Británico que entorno al peñón armó posiciones cara afrontar grandes Guerras, hoy Gibraltar es (importante, no podemos olvidar) -un jodido paraíso fiscal-, y contra el capital fiduciario, en B o en A, contra el poder del capital, nada ni nadie se puede revelar:
con Dios nos hemos topado, mejor vamos rezando a la salud de Gibraltar.
Pero vamos a creer que una buena mañana nos damos un golpe en la tiesta que nos invita a creer en España y a sentirnos Españoles (sentimiento hoy casi proscrito), que nos vamos todos a la Guerra contra la City de Londres y nos lanzamos como bucaneros sobre el enclave, sus macacos, sus submarinos nucleares y sus sucursales bancarias; -ilusos-, aquellos que hoy nuestros iluminados comisionista del 78 denominan "aliados" no dudarían un segundo en abandonar España a su suerte (ya lo hicieron ante la Guerra Civil) y no dudarían un instante en bombardear de Palos a la Torre de Hércules, ¿lo dudan?, basta escuchar a May, Merkel o Macron... -pero no hay mal que por bien no venga-, quizá algún día los Españoles recuperamos la razón y empezamos a dilucidar el mundo tal y como es, que son nuestros enemigos históricos, -y punto-, y con el enemigo no hay tratado que valga ni Brexit ni acuerdo alguno, tan solo la hipocresía de nuestro actual desgobierno de la sin nación, una secta de corderos degollados que tienen la osadía de salir en público, sacar pecho, y apuntarse un tanto al patriotismo de tercera división.
Sánchez, -no te olvides-, deja en paz al peñón no sea que los ERES estén allí domiciliados, que en Cataluña se viaja rumbo a Andorra, vosotros hacia Gibraltar, y si hoy Gibraltar no es Español es simplemente porque la élites de este país de provincias, desde las Cortes de Cádiz hasta nuestros días, han pagado allí sus impuestos al día, más allá de nuestras fronteras.
Resumiendo, Gibraltar nunca va a se Español, repito, porque a los Españoles nos faltan cojones (reitero y con un poco de desgracia me emiten en un telediario como al Rufián) y por supuesto, nos sobran paraísos artificiales.
Por cierto, "que mono" nuestro "presidente", ha estado a punto de enviar a la cabra de la legión. Creer que Pedro Soros es capaz de recuperar el peñón es como creer que Jordi Pujol es capaz de transformar Andorra la vieja en serranía Español, -imposible-, ¿verdad?.
José Antonio Salinas Grabulosa
Secretario General del Movimiento Victoria.