El delegado de Soros en Europa es el periodista catalán Jordi Vaquer, del diario El País. En una entrevista concedida el año pasado (1) reconoció que en España operan a través de la Fundación “Ciudadana” Civio, cuyo origen se remonta a 2011, con la Primavera Árabe en el candelero.
Entonces en Europa estaban apareciendo “ciertas tendencias negativas”, decía Vaquer, y para hacerlas frente reclutaron “activistas y grupos” para ponerlos a su servicio. Entre ellos está Podemos, que colabora con Soros desde sus orígenes hasta la actualidad. La referida Fundación Civio ha redactado una parte del programa político de Podemos, según reconocen ellos mismos (2).
De la Fundación Civio cobran su sueldo funcionarios de Soros como Helen Darbishire, que trabajó en Londres y París con Article 19 entre 1989 y 1998 y el Open Society en Budapest y Nueva York de 1999 a 2005.
En 2006 Darbishire fundó Access Info Europe y, además, ha sido asesora de varias organizaciones intergubernamentales, incluyendo la UNESCO, el Consejo de Europa, la OSCE y el Banco Mundial.
Al frente de la Fundación Civio está David Cabo, a su vez relacionado con las mismas ONG que aparecen por todas partes, como Access Info o la coalición Pro-Bono Público.
Cabo fue uno de los organizadores del Desafío AbreDatos, promovió la iniciativa #adoptaundiputado para facilitar el acceso a las declaraciones de bienes de los parlamentarios españoles y creó el portal europeo AsktheEU.org.
Ha colaborado en el proyecto imperialista “Looting the Seas” del Consorcio Internacional de Periodistas, el de los “Papeles de Panamá”, y también para grandes multinacionales como British Telecom, HM Revenues & Customs, Accenture, Ericsson o BBVA Global Markets.
La característica principal de los lacayos de Soros es su infiltración en las organizaciones internacionales y su colaboración con los monopolios e instituciones públicas, como el Gobierno Vasco.
Otra característica es su origen profesional, que amalgama, como en el caso de David Cabo, la informática y el periodismo. Soros quiere crear un mundo virtual paralelo al real y para ello ha tejido toda una telaraña en internet, con perfiles en Facebook y Twiter, eldiario.es y numerosas páginas web -aparentemente más modestas- como espanaenllamas.es, elboenuestrodecadadia.com, elindultometro.es, dondevanmisimpuestos.es y otras muchas, entre las cuales deberían echarle un vistazo a tuderechoasaber.es para comprobar hasta dónde llega la desfachatez.
En 2013 la Fundación Civio lanzó el proyecto “Quién manda” con una web del mismo nombre, ya desaparecida. Como siempre, caminaba de la mano de las ONG “Global Integrity” y “Sunlight Foundation”. La primera tiene su sede en Washington y, además de Soros, la financian el Banco Mundial y el Departamento de Estado de Estados Unidos (3).
En las páginas web escriben los monaguillos de Soros en España: Juan Elosúa, Marcos García Rey, la nueva vedette Mar Cabra, Guzmán Garmendia, Enric Senabre, Alberto Abella, Javier Creus, Mayo Fuster, Alberto Ortiz de Zárate, Marc Garriga...
Algunos monaguillos, como Eva Belmonte, colaboran con medios de todo tipo, desde El Mundo hasta Rebelión. Otro, como Jacobo Elosúa, ha sido director ejecutivo desde 1998 a 2007 del banco suizo UBS Investment Bank.
Lo mismo que en Podemos, en la Fundación de Soros aparece la palabra de moda “ciudadanía” como si se tratara de uno de esos colectivos creados “desde abajo”, lo cual puede confundir a más de uno: el Estado pone aún más dinero que Soros para financiar la Fundación.
En su entrevista el cabecilla de Soros en Europa comentaba que otro de sus proyectos es la lucha contra los rumores: “La iniciativa convierte a personas y asociaciones en agentes que se dedican a desmontar falsas acusaciones discriminatorias. No es sólo colgar en una web un comunicado, es ir a las comunidades donde se desatan esos rumores y desactivar el potencial tóxico”.
Para controlar la información, Soros está captando a una parte de los periodistas españoles. En 2014 la Federación de Sindicatos de Periodistas constituyó la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información. Pero detrás están siempre las mismas manos imperialistas de siempre: el Instituto de Prensa Internacional y la Open Society de Soros.
¿Quién se puede oponer a algo tan estupendo como la libertad de expresión?, ¿quién mejor que los periodistas para defenderla? Ahora empecemos a analizar y veamos qué protestas han emprendido Soros y sus muchachos para luchar contra la Operación Araña del gobierno o la detención de los titiriteros en Madrid.
Fuente: La Burbuja