Investigadores australianos han logrado una tecnología no invasiva de ultrasonido que despeja el cerebro de placas amiloides neurotóxicas – estructuras que son responsables de la pérdida de la memoria y una disminución de la función cognitiva en los pacientes de Alzheimer.
Científicos de la Universidad de Queensland, en Brisbane, Australia, dieron detalles de la nueva técnica “repeated scanning ultrasound” (SUS), que elimina la placa que se forma en el cerebro de los enfermos de alzhéimer con el uso de ultrasonidos.
Los investigadores, liderados por los científicos Jürgen Götz y Gerhard Leinenga, utilizaron una prueba de ultrasonido combinada con microburbujas inyectadas en la sangre de ratones con alzhéimer. Estas vibran en reacción a las ondas emitidas con el objetivo de abrir temporalmente la barrera protectora de sus cerebros y erosionar la placa betamiloide. “Las ondas de ultrasonido oscilan tremendamente rápido, activando las células de la microglía que digieren y eliminan las placas amiloides que destruyen las sinapsis del cerebro [la cual es causante de la enfermedad neurodegenerativa]”, explica Götz.
Con la aplicación de esta técnica durante dos semanas se consiguió eliminar en un 75 por ciento las placas betamiloides sin causar daños en el tejido cerebral y una notable mejoría en la memoria, orientación y reconocimiento de objetos de los ratones tratados con ultrasonido.
Como no tenemos ningún tipo de vacuna o medida preventiva para la enfermedad de Alzheimer, una enfermedad que afecta a 343,000 personas en Australia, y 50 millones en todo el mundo, ha sido una carrera para encontrar la mejor manera de tratarla, comenzando con la forma de eliminar la acumulación de proteínas beta-amiloides y tau defectuosas del cerebro de un paciente. Ahora, un equipo del Queensland Brain Institute (QBI) de la Universidad de Queensland ha presentado una solución bastante prometedora para eliminar al primero.
El equipo dice que planean comenzar las pruebas con modelos animales superiores, como las ovejas, y esperan tener sus pruebas en humanos en los siguientes años.
Fuente: Guau