El cambio climático no es una amenaza del futuro ni de islas remotas en mitad del mar. Está pasando ahora y está pasando aquí. Es la imagen del mar golpeando un edificio en la costa de Tenerife hace apenas diez días, los seis casos de dengue contraídos por primera vez en España o los incendios que arrasaron Galicia en 2017. Fotografías aisladas que forman parte de una misma realidad: España es el país de la Unión Europea más vulnerable al calentamiento global y sus impactos ya son cuantificables.
“Existen evidencias palpables de que hay desertización, no solo en base a modelos científicos sino que ya se está viendo en el campo, en los cultivos, en los bosques…”, ha dicho el doctor David Vieites, biólogo y director del departamento de Cambio Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), este martes en Madrid.
Él es uno de los expertos que, junto a Greenpeace y al fotoperiodista Antonio Armestre, han recopilado, analizado y retratado algunos de los efectos más graves que el cambio climático ya está dejando en nuestro país. El trabajo se presenta sólo unos días antes de que comience en Polonia la cumbre anual del clima de las Naciones Unidas, una cita clave para llegar a acuerdos mundiales que eviten las peores consecuencias del cambio climático.
“Ser conscientes de los riesgos debe ser el principal motivo para decidir qué hacer y lo que hemos hecho hasta ahora es insuficiente. El proyecto de ley de cambio climático del Gobierno va en la dirección correcta pero le falta ambición”, ha dicho por su parte el responsable del programa de Cambio Climático de la organización ecologista, José Luis García Ortega.
“El cambio climático no es un debate, es una cuestión científica”, ha expresado Cristina Linares Gil, científica titular del Instituto de Salud Carlos III e integrante del panel intergubernamental de expertos sobre cambio climático (IPCC).
Estas son algunas de las consecuencias que el cambio climático está dejando en España:
Aumento de la temperatura media
En las tres últimas décadas la temperatura media de España ha aumentado 1,5 grados centígrados, más de lo que ha aumentado la temperatura media del planeta (1ºC) en el mismo periodo. España se calienta a un ritmo de 0,5 grados por década, un 50% más de la media continental en el hemisferio norte y casi el triple de la media global. La consecuencia más palpable son las olas de calor como las que se han registrado en 2011, 2015 y 2017, los años más calurosos registrados hasta ahora en la historia de nuestro país, según la Agencia Estatal de Meteorología. Desde 1975, las olas de calor han ido en aumento en España.
Deshielo
En España, casi el 90% de la extensión de los glaciares ha desaparecido en apenas un siglo y más del 80% de los glaciares pirenaicos se han perdido. Según el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), el glaciar de Monte Perdido retrocede un metro al año y otros como la Maladeta o Aneto se encuentran también en estado terminal. El Atlas del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente registra que el último glaciar de Sierra Nevada desapareció completamente en 1995; y de los 34 glaciares que había en España en 1982 se han reducido a 18. Ese mismo año, la superficie de hielo en el Pirineo español ocupaba 600 hectáreas, de las que en 2010 sólo quedaban 210.
Subida del nivel del mar
Mientras que en la década de los años sesenta el nivel del mar en España subía unos 2 milímetros de media cada año, ahora lo hace a un ritmo próximo a los 4 milímetros anuales. En algunos lugares como la costa atlántica y cantábrica el mar ha llegado a subir entre 3 y 6 milímetros al año a lo largo del año pasado, según el Gobierno del Principado de Asturias.
Desertización y desertificación
Los expertos coinciden en que al menos un 20% del terreno español se puede considerar ya desértico y un 75% es susceptible de sufrir desertificación a lo largo de este siglo. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, siete de las diez cuencas hidrográficas con mayor estrés hídrico (sequía crónica) de toda Europa se encuentran en España, que es también el país más árido de Europa. Según la ONU, un 6% de la superficie de nuestro país ya se ha degradado de forma irreversible.
Incendios
En 2017, la superficie quemada por el fuego fue un 94% superior a la media de la última década, y el triple de lo que quedó arrasado en 2016. Además, ese año se produjo el mayor número de grandes incendios (superiores a 500 hectáreas) de los últimos diez años.
Pérdida de biodiversidad
El cambio climático ha hecho que proliferen especies invasoras como medusas o el mosquito tigre, al tiempo que otras autóctonas, como los caracoles marinos, decrecen. También ha generado que las aves estén modificando sus procesos migratorios tradicionales o que se hayan disparado las tasas de mortalidad de la posidonia, el organismo vivo más longevo del mundo, o de los arrecifes de coral del Mediterráneo.
Salud
Según el Instituto de Salud Carlos III, entre los años 2000 y 2009 fallecieron 13.333 personas en España a consecuencia de las olas de calor y 8.384 más por las olas de frío. También, y según la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación atmosférica provoca más de 30.000 muertes prematuras en España cada año. El aumento de las temperaturas está favoreciendo además las condiciones para que aparezcan nuevos tipos de mosquitos, como el tigre, que ya se ha establecido en Levante, y que transmiten enfermedades hasta ahora desconocidas en España.
Fuente: Público